Después de la semanita en Tignes, todos moríamos de ganas para ir a Zermatt. Iker se quedo viendo el Tour con mis padres, Jokin, Eukeni y yo nos montamos en el coche y dejamos atrás el glaciar de la Grand Motte, para poner rumbo al de Zermatt. Después de un viaje con excelentes vistas y deseando de ver el gran Matterhorn, llegamos a Tasch. Como sabréis, a Zermatt no se puede llegar en coche, así que dejamos la Navara en el parking de Tasch, y nos metimos en el tren que nos llevara a nuestro destino.
Nada más llegar a Zermatt, flipamos con el Cervino, y después intentamos ir a nuestro apartamento alquilado. Pero como no teníamos ni un mísero plano y la casera no nos cogía el teléfono, tuvimos que alquilar un taxi eléctrico. Cogimos el primero que pillamos y aparte de llevarnos a casa, sirvió para alertarnos de cara a la semana que íbamos a pasar allí. Al ser coches eléctricos y sin bocina, no se oyen y circulan a gran velocidad por el medio de calles peatonales, por lo que tienes que andar al loro para que no te pillen. Encima, nuestro taxista parecía el más kamikaze, casi atropella a una pareja de orientales que paseaba por allí.
Una vez llegados al apartamento, deshicimos nuestros bolsos. Era un apartamento bastante grande, con dos habitaciones, baño, y cocina-sala-de-estar. Cenamos lo que pudimos (una constante para esa semana, ya que ninguno éramos expertos chefs) y nos preparamos para salir. Yo estaba muy cansado, así que me quede en casa de mientras que Jokin y Eukeni se fueron a dar una vuelta. Mejor no comentar aquí los detalles, solo decir que hicieron buenos colegas para los siguientes días.
Así llego el domingo, con resaca para algunos y con muchas ganas de reventar el park para otro. Compramos el ticket, y empezamos la peregrinación al glaciar. Era muy largo el trayecto hasta que pisabas la nieve, ya que tenias que coger un huevo y dos largos funiculares, tardabas cerca de una hora en llegar. Para volver del park era incluso más largo, ya que tenias que coger unos cuantos arrastres más.
Nos pusimos los esquís y fuimos directos al park. Nosotros, al esquiar en Candanchu, nos dejo flipados: al principio tenia unas 3 lomillas pequeñas para hacer butteres y seguido de otras dos con un tubo al ras del suelo y un tronco estilo barril.
Después de esto, se abría una gran loma con 3 líneas:
A la izquierda estaban los rails: Cajón C, cajón plano, baranda semi-subida y para acabar un cajón plano bajada tocho.Al lado de todos estos módulos se encontraba cada salto de 2 metrillos.
En el medio estaba la zona de saltos, aunque también tenía algunos rails: En la primera loma dos saltos, uno pequeño de 5 metros más o menos y el otro de 7 o así. Al lado te encontrabas con un cajón en una bajada muy tocha con la entrada muy difícil, estilo urbano. En la segunda loma: tres saltos, uno mediano, otro grande y otro enorme. Eran increíbles los vuelos desde este último. Todo muy bien shapeado y caídas largísimas para volar lo que querías. Y al lado de esta loma una baranda de un tubo muy empinada, mas que con entrada de street, sin entrada. Bastante difícil, pero muy guapa
Y en la derecha había un pipe muy guapo. Bien hecho, bien shapeado y muy tocho! Para acabar, después de estas 3 líneas estaba la “zona chill-out”, con una baranda en forma de wave de doble tubo, con entrada para snows (¡como las odio!)…
Ahora viene la parte de los trucos. La verdad es que no volvimos con un gran repertorio de trucos nuevos, excepto Iker. Iker si que mejoro bastante en saltos y rails, pero los demás nos centramos en algo y le estuvimos dando caña a eso. Jokin por ejemplo, llego el primer día, le dio un tiro al pipe, y se quedo en el pipe toda la semana. Estuvo machacándolo una y otra vez, cogiendo confianza y vuelo hasta que logro sacarse el flatspin. Eukeni estuvo pillándoles el truco a las barandas y también marcándose unos 360 tails guapísimos. A veces se nos unía a Iker y a mí en nuestra novedad, que merece un párrafo a parte.
Esto tan importante es el no-poles. Iker y yo estuvimos toda la semana practicando y como he dicho arriba, Eukeni también lo probo. Decir que da una gran sensación de libertad y movilidad, amen de que es mucho más divertido. Posiblemente de aquí en adelante, cada vez vayamos más no-poles, en el park no son necesarios.
Aparte de ir no-poles, yo me centre en pillar buenos vuelos, el truckdriver y salidas de barandas. Conseguí sacarme el 4 out para los dos lados, 540 truck y unos cuantos 3s del salto tocho. Por último, los trucos de Iker aumentaron mucho, no le costo nada adaptarse a los no-poles. 2 out para los dos lados, 4 out reverse, 360, 540 y 720s, solo le falto graparlos. Y encima todo con buen estilo. Habrá que andar al loro con Iker este año.
La nieve estaba en buenas condiciones, solo que según iba pasando la semana, se ponía sopa cada vez más pronto, con lo que el último día llego a cerrarse la estación por completo. Una pena no haber podido esquiar ese último día.
Sobre el apres-ski, la verdad es que no hicimos gran cosa. Comer, echar siestas, ver la tele y videos de ski, y de vez en cuando salir a dar una vuelta por Zermatt, para mirar las tiendas o comprar más comida, (esas hamburguesas del Eukeni, jeje). En nuestras salidas pudimos ver que había muchos (pero muchísimos) orientales e intentamos buscar el skate-park en vano. El último día dimos otra vueltilla nocturna y prepararnos para la vuelta.
La vuelta la volvimos a hacer Jokin, Eukeni y yo, ya que Iker se volvió con sus padres. Hicimos el viaje en dos días, parando a dormir en un camping horrendo. Si hablan de la España profunda, nosotros conocimos la Francia profunda. Y creednos que da mucho miedo. Cenamos, dormimos como pudimos y al día siguiente salimos pitando hacía nuestras casas, para, después de dos semanas de esquí, coger fuerzas de cara a la siguiente expedición.
Las fotos estan sacadas de internet, no tenemos nuestras, jeje.
2007/09/20
Viaje de Verano II : Zermatt
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