Baikolar Jibbing

Toda esta historia comenzó hace mucho tiempo. Mi hermano y yo flipabamos con los “summer set-up’s” que se montaba la peña en NS, aquello era bestial. Una pequeña rampa, césped artificial y un buen rail, los perfectos elementos para una buena progresión. Nosotros mirábamos y mirábamos vídeos y siempre hablábamos y hablábamos de construirnos alguno, pero al final solo se quedaba en eso.

Hubo un par de intentos por parte de Iker (aquí y aquí): Todo bastante aggro: hules en vez de césped artificial, mesas para sujetar la rampa, mini-rails robados de obras… No era mucho, pero nos dio unas cuantas ideas para esta última.

Encontramos el material deslizante para ponerle al cajón, pero nos faltaban las maderas para hacer la estructura. Así nos pasamos unos cuantos meses, hasta que, de repente, todo se puso en marcha. Iker se fijo en unas buenas tablas de una obra y con la inestimable ayuda de sus colegas, las cogió prestadas para nuestro box. Hablamos con nuestro aitona y en un par de días nos pusimos manos a la obra. Coger unas tablas que él tenía en la cuadra, medirlas, cortarlas y meterles unos cuantos clavos por aquí y por allá. En 3 o 4 días ya teníamos las dos estructuras.

Solo nos quedaba pegar la fibra de vidrio, que a pesar de nuestro optimismo inicial, se convirtió en una difícil tarea. El primer cajón lo pegamos con una de esas colas de “no más clavos” y se nos quedo medio despegado. Para el segundo cajón cambiamos de cola, pero tampoco quedo perfect, así que tuvimos que hacer unos cuantos arreglillos en los dos cajones. Los barnizamos con un barniz anti-humedad, y ya estaban listos para darles.

Los trasladamos a Baikolar, donde esta la huerta de nuestro aitona. Una vez allí y siempre con la ayuda del aitona y David, montamos la rampa y demás. Un par de azadazos para que la plataforma estuviera bien asentada, tablones con el plástico deslizante (hule para tapar las mesas) y una tabla con el salto. Un poco rudimentario, pero teníamos muchas ganas de darle. De cara al verano seguramente lo pondremos mejor.

Una vez tuvimos todo montado, llevamos los esquís y botas, un casco porsiacaso y nos fuimos a darle. Iker le dio una mañana antes que yo, y le cogió bien el truco. Cuando yo fui a la tarde, me costo un poco sacármelo bien. No tenía buen feeling con la carrerilla, y cuando empecé a pillarle, me caí un poco mal y me hice algo de daño en la muñeca, así que decidí parar. Pero como Iker seguía dándole con ganas, me dediqué a grabarle unas cuantas tomas, con las que hicimos este pequeño video. Se merece una mención especial, ya que todo lo que grabé está en el vídeo, casi todos los tiros que le dio fueron buenos.

Para finalizar, agradecer de nuevo a nuestro aitona que nos ayudara, sin el no lo habríamos hecho. Ahora solo nos falta probarlo con algo de nieve, y prepararlo mejor todavía de cara al verano.

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